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quinta-feira, 24 de fevereiro de 2011

El tiempo es la sucesión. El tiempo... es la dádiva de la eternidad. Jorge Luís Borges (Willian Blake)


(Cielito cantado ante el balcón de Doña Serena Fontanarrosa en el segundo cerco de Montevideo, en la primavera de 1843)

Cielito del enamorado

Dicen que el diablo es valiente
Porque no teme al dolor
Valiente soy yo que sufro
Porque no tengo tu amor

Allá va cielito, mi cielo
Cielito de mi querer
Puedo vencer a diez hombres
Pero no a una mujer

Me dices que no me quieres
Pues no tengo rancho fijo
Pero mi hogar es el mundo
Y tu mirar, mi cobijo

Cielo, cielito y más cielo
Cielito de mi destino
Mi noche oscura es tu pelo
Mi claridad, tu camino

Quería que me quisieras
Pero no quieres quererme
Tus bellos ojos, matrera
A todos miran sin verme

Cielito, cielo, mi cielo
Que vida más despareja
Si tú te alejas, me acerco
Si yo me acerco, te alejas

Martim Cesar (Cuando de la Guerra Grande)

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