Carlitos Noble,
el de la amistad, el de la utopía, el del vino, el de la murga...
(Fotografia: Hélio Ramirez)
A un murguista del Sur
Un viejo murguista, señor de las calles del pueblo
Que en los carnavales siempre era el primero...
Carlitos el noble, luciendo su cara pintada
Con su voz de trueno cantando en las madrugadas.
Un Quijote del Sur que nos daba su tierna mirada
Y aunque hablaba muy poco, mucha cosa contaba
De esta parte del mundo, de lo que fue nuestra historia
De los años de lucha... ¡dolor, sueño, memoria!
Carlitos el noble... ¡un arlequín de frontera!
Sembrador de un mundo sin color de banderas
Una copa de vino hoy levanto a tu vida...
Y a tu sueño, mi hermano, de una América unida!
Los tamboriles lloran la ausencia del viejo murguista
Y cuando canta la murga se dicen ‘¡parece mentira!
Pero tal vez por ser pícaro... solo está disfrazado
Y ahí nomás va a subir otra vez pal’ tablado.
Hoy en la murga hace falta una cara pintada
Y en los boliches del pueblo no se escucha un amigo
Pero en el Sur de América ha quedado su alma...
¡Pues en la voz de tu gente no tendrás nunca olvido!
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