www.martimcesar.com.br

quinta-feira, 23 de fevereiro de 2012

A febre sobe até 40 graus, a fama desce mais alguns degraus... Mario Barbará



Imagem: Sebastião Salgado


Um poema escrito em sangue

Sobre uma mesa vazia
Pode nascer a poesia
Até de um embrulho de pão
Mas essa mão que a escreve
Procura mas não consegue
Ser algo mais que ilusão

A vida passa depressa
E a quase ninguém interessa
Esse quadro tão comum
Em meio a tantos com fome
O simples drama de um homem
É tão somente mais um

Mas quando o bem perde o passo
E essa mão – em descompasso -
Se deixa ao sabor do mal...
Já ninguém mais ignora
O desenlace da história
Que ontem se viu no jornal

É a pantomima repetida
De quem perdeu-se na vida
A troco de quase nada...
Com muito pouco de tantos
Não mais haveria o pranto
De tanta morte anunciada!

Por isso está tão presente
Quem se diz ser inocente
Por estar sempre distante
Pois também teve a sua parte
Na mais insensata arte
De um poema escrito em sangue.

Alan Otto/Martim César

sexta-feira, 17 de fevereiro de 2012

D-ame um poema.. um só.. e eu moverei o mundo! Martim César


Lauro de Bosis

El vuelo de Ícaro

El 2 de octubre de 1931 el joven poeta italiano Lauro de Bosis envió desde Francia dos cartas dirigidas a un amigo en Bélgica. Una de ellas era para ser reenviada a la actriz norteamericana Ruth Draper en caso de no volverse a saber de él. La otra contenía un texto increíble que debía ser enviado a la prensa en los siguientes días y cuyo título era "Historia de mi muerte".
EL POETA Y EL MITO. Lauro de Bosis había nacido en Roma en 1901, hijo de padre italiano y madre norteamericana. El padre, el poeta Adolfo de Bosis, fue fundador de la revista literaria El banquete y contertulio de la Torre de Portenovo, sitio de encuentro preferido de muchos escritores y poetas, entre ellos Romain Rolland y Gabriele D`Annunzio. En 1922 Lauro se doctoró en Química pero su pasión eran los estudios humanísticos. Tradujo del griego a Esquilo y a Sófocles, y del inglés La rama dorada, de James Frazer. Una tragedia suya recibió el Gran Premio de Poesía en las Olimpíadas de Amsterdam de 1928. Tenía también en su haber una Antología de la poesía italiana, con introducción y notas en inglés, preparada para la Oxford University Press, pero su libro más importante era Ícaro, un extenso poema dialogado que reinterpretaba la antigua leyenda. Volar hacia lo más alto, hacer lo que nadie hizo, era para de Bosis mucho más que un argumento y una elaboración lírica. Se le convirtió en una meta que debía alcanzar, aún cuando ella podía significarle perder la vida y caer en el abismo del mar.
Su vida tuvo un giro fundamental el 14 de marzo de 1928 cuando conoció a Ruth Draper. Con 43 años de edad, la actriz era aclamada internacionalmente por sus monodramas. Le bastaba una silla, una mesa y su chal para representar obras de George Bernard Shaw o de Thorton Wilder. Entre sus admiradores contaba a Henry James y a Edith Wharton. Acostumbraba visitar a jefes de Estado durante sus giras y a su llegada a Roma no pudo negarse a un encuentro con Benito Mussolini, mediado por el embajador de Estados Unidos, William Garret. La recompensa fue hallarse ese mismo día con Lauro de Bosis durante un almuerzo. Ambos se sintieron poderosamente atraídos. Volvieron a verse en el otoño de ese año cuando aquél viajó a Estados Unidos para integrar la Sociedad Italia América, una entidad de fines culturales opuesta a la difusión del régimen italiano. Fue el inicio de una pasión que duraría tres años, con semanas de convivencia en una casa de verano de la costa adriática. "Nunca he soñado que tanto amor y belleza pudieran venir a mí", escribió por esos días el poeta a su amigo Harriet Marple.
Dos años después de Bosis fundó en Italia la Alianza Nacional, una organización clandestina que distribuía propaganda antifascista. Era el fruto de su fervorosa adhesión a la libertad de expresión, que lo llevó a anteponer lo político a la poesía y al deseo amoroso o a unirlo todo en un solo acto. Curiosamente su inspiración era monárquica y su objetivo era restablecer el alicaído poder de Víctor Manuel III. Cuando en diciembre de 1930 dos de sus principales colaboradores fueron detenidos y condenados a quince años de prisión, el sentido de la responsabilidad y su voluntad de sacrificio le impusieron la decisión de enfrentar personalmente a la dictadura.
LA MUERTE COMO LITERATURA. En total secreto se instaló en Marsella. El 3 de octubre de 1931, con unas pocas horas de experiencia como piloto, partió de esa ciudad rumbo a Italia en un avión Klemm L25. Llevaba consigo dos textos de su autoría reproducidos en cientos de miles de volantes donde atacaba al gobierno de Benito Mussolini. Uno de los textos iba dirigido al pueblo, el otro al rey.
Hacia las ocho de la noche sobrevoló Roma. Volaba tan bajo que pareció ascender por la Escalinata de Piazza Spagna, recuerdan algunos testigos. Los volantes cubrieron plazas y cafés de la capital italiana y hasta un cine al aire libre. Minutos después huía rumbo al Mar Tirreno, perseguido por cuatro aviones cazas de la Fuerza Aérea Italiana. Su pequeño aeroplano de madera jamás fue hallado.
Contar la visión de su propia muerte y luego seguir al pie de la letra lo escrito, no fue en él más que un correlato del mito de Ícaro que, como una obsesión, lo acicateara durante su corta vida. Había creado el guión y lo representó con plena frialdad. Creía que con su martirio y sus textos bastaría para que el fascismo se desmoronara.
Lauro de Bosis es todavía hoy recordado en Roma, en Ancona, en Vareggio, en la Universidad de Harvard y en la colina de Gianicolo, donde su busto es cercano al de Garibaldi. Thorton Wilder le dedicó su mejor obra, Los idus de marzo. Roger Martin du Gard se inspiró en él para crear al protagonista del último libro de la saga de Los Thibault. Ruth Draper recitó hasta el fin de sus días fragmentos de Ícaro. Por iniciativa del escritor Claude Aveline y otros admiradores, el poema se editó póstumo, en lengua francesa, en 1933. La edición fue prologada por Romain Rolland y en su apéndice incluyó "Historia de mi muerte" y el texto de los volantes lanzados en Roma.

Historia de mi muerte (fragmento)

Lauro de Bosis
Mañana a las tres, sobre un Prado de la Costa Azul, tengo una cita con Pegaso.
Pegaso -es el nombre de mi avión- tiene el lomo rojo y las alas blancas, y aunque tiene la fuerza de ochenta caballos es esbelto como una golondrina. Se emborracha con gasolina y brinca en los cielos como su hermano de antaño, pero, si quiere puede deslizarse en el aire de la noche como un fantasma (…).
(Con él) iremos a Roma para propagar al aire libre esas palabras de libertad que, desde hace siete años, están prohibidas como un crimen. Y con razón, porque si se permitieran conmoverían a la tiranía fascista en pocas horas. Todos los regímenes de la tierra, hasta el afgano y el turco, pueden permitir a sus súbditos un poco de libertad: solo el fascismo, para defenderse, está obligado a aniquilar el pensamiento. No se le puede reprochar que castigue la fe en la libertad y la fidelidad a la Constitución italiana más severamente que el parricidio: es su única posibilidad de subsistir (…)
Mi muerte sólo podrá aumentar el éxito de mi vuelo. Como todos los peligros están al regreso, nada podrá ocurrir sino después que haya enviado mis 400.000 cartas (…) Después de haber volado a 4.000 metros la isla de Córcega y la de Montecristo, llegaré a Roma hacia las ocho, después de haber hecho en vuelo planeado los últimos veinte quilómetros. Aunque hasta ahora no hice más que siete horas y media de vuelo, si caigo no será por un error de pilotaje. Mi avión no hace más que 150 quilómetros por hora y los de Mussolini hacen 300. Y hay novecientos que recibieron la orden de abatir cueste lo que cueste con su ametralladora a cualquier avión sospechoso. Tanto mejor: valdré más muerto que vivo.

Alfredo Alzugarat

quarta-feira, 15 de fevereiro de 2012

O Brasil, último país a acabar com a escravidão, tem uma perversidade intrínseca na sua herança, que torna a nossa classe dominante enferma de desigualdade, de descaso. Darcy Ribeiro





A flor e o furto

Sentiu a fome da mãe
Quando no ventre crescia
Do pai nem soube, no fundo,
Dizem que sumiu no mundo
Justo quando ele nascia

Cresceu assim com duas fomes
Uma de pão... outra de amor
Moldou-se então à primeira
Que por ser tão costumeira
Nem mais lhe causava dor

Mas um dia – de repente -
(E por que o amor não tem hora)
Chegou-lhe a segunda fome
Que entra no olhar dos homens
E assim no mais lhes devora

Estranha fome sem boca
Que a todos tira a razão
E enche a alma de cores
Pedindo à vida mil flores
Pra saciar um coração

Faminto pulou um muro
E colheu flores pra ela
Sem saber que a lei dos homens
Coloca preços e nomes
No que é só da primavera

Pelo furto foi julgado
Mas qual crime cometeu?
Talvez por ter numa flor
Enfim encontrado o amor
Que antes ninguém lhe deu

Flores não são coisas, senhores!
Que tamanho desatino!
Se elas, enfim, pudessem
Escolher quem as merece
Teriam melhor destino?

Maurício Raupp/Martim César

segunda-feira, 13 de fevereiro de 2012

A beleza histórica desta cidade foi feita à base da arquitetura branca, da mão-de-obra negra sobre um território índio. Mestiços somos. Martim César



Por trás dessas portas

Há mais que silêncio por trás dessas portas
Bem mais que fantasmas sussurrando ao vento
Cochichando nas noites – em suas horas mortas -
Que ainda seguem vivos, apesar do tempo

Foram tantos romances, tantos dramas mundanos
Que deixaram seus rastros no vão dos portais
Hoje, enfim, apagados; são só rostos humanos
Que no além dos retratos descansam em paz

Por trás dessas portas habita a saudade
Que às vezes invade o coração da gente
Mostrando que tudo passa tão de repente
Que somente das coisas é a eternidade

Rangendo se abrem nas horas silentes
Até parece que tentam despertar a cidade
Mas depois se calam pois, talvez, pressentem
Que por trás da madeira só restou saudade

Bem no cimo da igreja, vigiando as casas
Um relógio parado timbrou-se no tempo
De nada lhe importam os dias que passam
Seus ponteiros ficaram num outro momento

No alto pé direito, nos entalhes gravados
Há sinais de um passado que poucos percebem
Nas calçadas o mundo caminha apressado...
O futuro não espera e a vida... a vida é tão breve!
Martim César

sexta-feira, 10 de fevereiro de 2012

Onde um havia um lenço branco, brota um rubro de sol-pôr, se o lenço era colorado, o novo é da mesma cor. Aparício Silva Rillo

Dos dois lenços que há no céu


O sol é um lenço encarnado
Pintado no entardecer
Emoldurado num quadro
Que muitos olham sem ver

Mas ele sugere a história
Que forjou pampa e país
De um povo que na memória
Há de encontrar sua raiz

A lua é um lenço branco
Timbrado no céu azul
Talvez por um Deus chimango
Que se aquerenciou neste Sul

Ou talvez um Deus maragato
De lenço rubro na cor
Que às vezes se vê num retrato
Banhado à luz do sol-pôr

Já não estão aqueles homens
Honório, Flores, Saravia...
Mas não se apagam os nomes
Dos que semearam três pátrias

Por eles... somos cantores
Por eles... eu tiro o chapéu
A alma e o sangue nas cores 
Desses dois lenços... no céu!

Martim César


quarta-feira, 8 de fevereiro de 2012

Tenia un balcon con albahaca y un ejercito de botones y un tren con vagones de lata roto entre dos estaciones. (Mi niñez) Joan Manoel Serrat



La lluvia no viene sola

La lluvia hace ríos en mi ventana
Y anochece la mañana
Que había en mi mirar
Y me trae desde muy lejos
viejas imágenes
Que me hacen volver
A mi mundo de ayer
Que me hacen volar
Al rincón donde está
Jugando feliz mi niñez

Una casa vieja, un patio pequeño
Algunos gorriones, un gato y un perro
Todavía están en ese lugar
Un jardín florido y una voz que llama
El campito del barrio y una voz que llama
¡Niño! ¡Vuelve a tu hogar!

La lluvia ya se va, pero aún está aquí
Golpeando dentro de mí
Gotas de una extraña soledad
Y me trae desde muy lejos
viejas imágenes
Que me hacen volver
A mi mundo de ayer
Que me hacen volar
Al rincón donde está
Jugando feliz mi niñez

Un niño que corre alzando su cometa
Un caballo de palo y una bicicleta
Todavía están en ese lugar
El campito del barrio y una voz que llama
Aquel niño que un día se fue de casa
Y hoy ya no puede regresar! 

Martim César


segunda-feira, 6 de fevereiro de 2012

Eu sou a vida que me resta, sou a lágrima que empresta luz a um rosto de mulher... Martim César



Num velho baú sem chave

Na bússola enferrujada
De um navegante sem nave
A vida ficou trancada
Num velho baú sem chave

Há um navio prisioneiro
No porto de uma garrafa
E um relógio onde o tempo
Há muito tempo não passa

Restou somente um fantasma
Que à noite folheia livros
E de manhã se disfarça
Porque tem medo dos vivos

Que às vezes, só, se rebela
E se nega a aceitar o adeus
Prendendo lumes e velas
Sonhando que não morreu

Uma âncora na parede
De um marinheiro sem mar
Parece morrer de sede...
Não encontra ali seu lugar

Um pergaminho entreaberto
Deixa antever-se um poema
Quem saberá o mistério
Da mão que empunhou a pena? 


Martim César

quarta-feira, 1 de fevereiro de 2012

E se a banda passar, vou botar o meu bloco na rua.... Zé Geraldo


Havia em cada esquina uma saudade

Havia em cada esquina uma saudade
(lembranças que a vida não desfaz)...
Meus passos pelas ruas da cidade
Num tempo que se foi pra nunca mais

Ainda lembro aquela moça da janela
Que a turma, noite a noite, namorou
Mas que talvez, assim, por ser tão bela
Nem soube que um dia houve esse amor

A vida... me diga... se não é a saudade
De algum momento que veio e se foi?...
Mas fica ainda no interior da gente
Perguntando sempre 'por que se acabou?' 
 
Histórias que nasceram nessas tardes
Quando até mesmo o inverno era verão...
Nas ruas de onde a minha mocidade
Vem, às vezes, me soprar uma canção

Martim César